sábado, 11 de mayo de 2013

EL LUGAR DONDE INCLINO LA CABEZA, DE PAULA BECQUER: LA METAFISICA LUCIDEZ FEMENINA por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE


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EL LUGAR DONDE INCLINO LA CABEZA, DE PAULA BECQUER: LA METAFISICA LUCIDEZ FEMENINA por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE



Búho de Cristal Ediciones 2011


La cosmovisión poética de Paula Becquer no puede separarse del espacio tiempo, en el fondo esta metafísica poética explora en cada verso una faceta de la realidad cercana pero de tintes individuales.

Su oficio es esmerado y se basa en su mayoría en sentidos contrapuestos de los elementos comunes en una bella y femenina retórica, hay una fuerza vital, enérgica y cotidiana, enmarcada en una musicalidad propia.
Me fijo en la metafísica, algo netamente filosófico, pero no por eso No-poético que se aplica perfectamente de fondo y de forma, esto se mezcla de manera equilibrada con el pathos femenino universal.

Estos son elementos y rasgos dignos de tomar en cuenta pero lo que  define su arte poética  es que la musicalidad no se sacrifica en ningún lapso el ritmo en pos de utilizar alguna imagen elaborada y muy definida, la lógica se casa con la belleza y lo cotidiano con lo elevado del espíritu para generar la vox poética de Paula Becquer:

“Parecen voces que despistan los inviernos
que llegan rojos de provisiones y enredan la lengua
juzgando por partes la verdad y enmudecen la mentira.
Vive de acentos que en la inseguridad desata
son pausas de un lado indefinido
y sujetan el corazón en hilos transparentes
envolviendo el porcentaje en inquietas esperas
que lleva un nombre tras la puerta.”

Las  imágenes que marcan una preponderancia a ubicarse en el espacio y amenaza por ser ubicua especialmente en el segundo cuerpo de este libro: “Y ser pasajero del Aire”, una estructura distinta y asombrosa dentro del plan completo de este libro, no se acostumbra a ver este tipo de plan poético distinto que va más allá del título agrupando poemas cortos de más de tres versos, porque  en realidad, hay un hilo conductor sutil  e inteligente entre cada una de los pequeñas estructuras que conforman y se cuadran en un titulo mayor:
DE SILENCIO
Desde el mundo
No llegan sugerencias del otro frente.
Desde los murmullos inquietos
duendes se mueven fuera de la inocencia
quizás para reírse más tarde de la fragua de barro.
Desde otra mirada
Amén yo no dije por tu nombre, no fui ángel
nunca grité en la caída.
Yo miraba desde el otro pantano.
Desde los impulsos
Dos o tres golpes inquisidores y la exactitud sin reemplazo.
La voz no traspasa la simiente
y desde el correr del cuerpo
es peor no desencadenar errores.
Desde el Agua
No di tantas vueltas como la sonrisa
como decir
que el rio no suena y que las piedras quedan apartes del
mundo
que ya sabía de sentir en el vientre.”

Ahora vayamos a lo predominante en esta cosmovisión, la Metafísica y sus conceptos principales: el ser, la nada, la existencia, el mundo, el espacio, Dios , la causalidad y el fin. Pero he aquí que todo es visto con los ojos de una mujer que tiene el valor y la capacidad de traducir en su verso la totalidad del universo y los sentimientos que mueven la realidad humana, base de la poesía.



martes, 7 de mayo de 2013

Fotos de la presentación del libro El Laberinto de la Lady Cabrona de Vaneléis en Antofagasta


A quién está del otro lado leyendo:

¿Llevas a una monja dentro o a una puta? ¿Ambas tal vez?
¿Amas creyendo que el amor es una ilusión contrapuesta, en la cual se puede pasar de la vida a la muerte, o viceversa?
¿Crees que el planeta, es una especie de burbuja impenetrable o muy traslúcida? En que un personaje como Mafalda diría: ¡Paren el mundo que me quiero bajaaaaaar!
¿Es tu Madre la naturaleza y Dios tu Padre? ¿Incluso a veces, eres huerfanita y lames tus heridas como una gatita después de ser arañada por otra gata, pero, en celo?
¿Eres capaz de morder despiadadamente, pese a ser muy paciente y sutil, o de enternecerte con la más simple de las cursilerías siendo muy frívola o trivial? (Y no estoy hablando de cursilerías, como una joyita de cuello, sino de esas impredecibles que nos regala la vida, como un bebé succionando el pecho de su Madre o un perro lamiendo el rostro de su amo)
Espero que en este caminar poético podamos comprender en esencia, lo significativo de estar sentados en un bar, con una copa de vino; o recostados mirando un atardecer, con un té de canela.
Tú y yo, hablando de este mundo y de otros, o simplemente de los vaivenes de la vida…
Te espero en mis sueños…

Vaneléis




















Invitación al lanzamiento del libro Cuentos de Parinacota de Juan Carlos Mamani



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INVITACIÓN
JUAN CARLOS MAMANI MORALES, tiene el agrado de invitarle al acto de lanzamientode su antología de relatos andinos Cuentos de Parinacota.
La presentación se realizará el 24 de febrero a las 19.30 hrs. en la sede Sangra de la Universidad Santo Tomás (Sangra 350.)
Mamani agradece desde ya su gentil concurrencia que dará mayor realce a dicha ceremonia.
Arica, febrero del 2011.
Adjuntamos la presentación del libro Cuentos de Parinacota a cargo de la Profesora de Literatura Mg. Ana María Soza Romero.
PRESENTACIÓN
“La confianza en la palabra del otro
refuerza no sólo la interdependencia,
sino también la similitud en humanidad
de los miembros de la comunidad”
P. Ricoeur
Memoria, texto y olvido, 2008
Cada vez que un nuevo ciclo se inicia, volvemos la vista atrás para hallar alguna huella, algún relato, algún cuento que nos permita reconocernos ante el amenazante olvido. Cada vez que “nuestros recordados y estimados achachilas” parten de esta vida llevándose irremediablemente el testimonio del mundo aymara, se va con ellos parte de la historia de nuestro mundo originario.
Los cuentos de animales, los cuentos de objetos encantados y los cuentos sobre lugares obedecen a la investigación de campo que hace Juan Carlos Mamani Morales y cuyo objeto es recoger la tradición oral de los aymaras de la Provincia de Parinacota. Sin embargo, el investigador va más allá y alcanza la recreación que es su propia recreación, puesto que como parte del mundo aymara se reconoce a sí mismo en las palabras de sus antepasados, en las historias que revivió durante los viajes a la memoria de su pueblo..
A partir de más de cien narraciones, este investigador retoma su tarea de narrador y logra estos diecisiete relatos que dan cuenta de la cosmovisión del mundo andino, esto es, su historia, su imaginario, su religiosidad, sus festividades, en fin, su existencia preservada en el tiempo, en la precordillera y el altiplano.
Las narraciones de la Antología de Cuentos de Parinacota obedecen, tanto por su estructura formal como temática a la forma literaria cuento. Esto porque, en palabras de Imbert (1979)[1] en ellas se desarrolla una acción que consta de una secuencia de acontecimientos entretejidos en una trama, cuyas tensiones y distensiones mantienen en suspenso el ánimo del lector y terminan por resolverse en un final estéticamente satisfactorio. En cuanto a los agentes que participan en estos acontecimientos, al igual como lo plantea el teórico en su definición de cuento, éstos son hombres, animales humanizados o cosas animadas. Por otra parte, entre las diversas clasificaciones propuestas por los teóricos basadas, ya sea en sus componentes estructurales, discursivos, temáticos, semánticos u otros, dado que sus orígenes se hallan en la oralidad y que ésta constituye la versión sobre la cual se sustenta la recreación del mundo (Espino 2003)[2], es posible definirlos como cuentos de tradición oral, concepto desarrollado por Baquero Goyanes (1988)[3].
Se definen estas diecisiete narraciones como cuentos de tradición oral porque el autor logra rescatar de la oralidad aymara la forma de ser del andino y crear en castellano escrito la Antología de Cuentos de Parinacota, evidencia de la necesidad que se tiene de autentificar el pasado y fortalecer el compromiso con la valoración de nuestro universo, de nosotros mismos, nacidos y criados entre vicuñas, llamas, parinas, guallatas, lari, pichunchos, llanuras, quebradas y montañas, más allá de los muros de concreto. Tal como lo dice, al otro lado del mundo, P. Ricoeur, la confianza en el otro, es decir, en la recreación oral de pastores y campesinos y, por lo tanto, en los cuentos de tradición oraldel escritor Juan Carlos Mamani Morales, hace posible recrearnos y reconocernos como parte de la humanidad.
Con seguridad esta obra logra concretar diversas iniciativas de autores locales que han intentado darle un lugar al cuento andino de la zona norte de Chile en la literatura regional y nacional. Esto porque, a diferencia de los trabajos producidos hasta ahora, el escritor de esta Antología, además de pertenecer a la sexta generación descendiente de pastores y agricultores de Putre y Parinacota, es especialista en lingüística e interculturalidad. El autor logra una obra única comparable a la autores de la macro región andina, cuyoscuentos de tradición oral manifiestan la postura de un ágil conversador, con seguridad heredada de sus ancestros, y como tal toma pasajes de la existencia de éstos y despliega todo su esfuerzo intelectual y estilístico, logrando plasmar en los relatos la recreación del universo, tal como lo hicieron los narradores aymaras durante las recopilaciones.
Mg. Ana María Soza Romero
Profesora de Literatura

[1] Enrique Anderson Imbert (1979) Teoría y técnica del cuento. Barcelona, Editorial Ariel S.A.
[2] Gonzalo Espino (2003) Tradición oral, culturas peruanas, una invitación al debate. Lima, Fondo Editorial de la UNMSM
[3] Mariano Baquero Goyanes (1988) ¿Qué es la novela? ¿Qué es el cuento? Servicio de Publicaciones, Universidad de Murcia.

Nota de prensa a Cuentos de Parinacota (Publicado en la Estrella de Arica)




Fotos de la presentación del libro Cuentos de Parinacota



Juan Carlos Mamani Morales y Ana María Soza en la presentación del libro.





 Interacción con el público tras la presentación.


Muestra del poemario Cavilaciones y Sendas de Gabriel Desmar.


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Cavilaciones y Sendas
Gabriel Desmar

COLECCIÓN BÚHO DE CRISTAL.



El camino

Caminando el largo camino no visible,
como larga sombra, como soplo de viento,
a veces sé por dónde ir, a veces me pierdo
y camino inviernos  y primaveras luminosas,
siempre en busca del final del sendero.

Pasos de niño de la mano buena de mi padre,
cuidados de siempre por la mirada de mi madre,
pasos de arena, paso sutiles de leve huella,
que caminaron en la brisa, corrieron por el viento,
y se llenaron de alegría y de rocío marino.

Camino pedregoso de juventud indómita,
de lejanías y paso susurrante de claridades,
de conocer todo y vivir suspendido en el aire,
frágil como brizna en una tormenta gris,
caminé mis paso y atravesé el destino otorgado.

Mis ojos se perdieron con tantos caminos,
me fui por muchos tras claridades lejanas,
recorrí ancestrales huellas y nuevas huellas,
subí cansado a conversar en las alturas,
milenios entraron por mis huellas de esperanza.

Caminos verdes, cafés, grises y luminosos,
de selvas, altiplanos, ciudades de rostro nuevo,
me llevaron a otras vidas, como semilla viajera
como rayo de luz que cruza la pradera extensa,
que ilumina todo para encontrar nuevas tierras.

Caminé por el aire tras otros aromas difusos,
caminos sutiles hechos de nada y de todo,
de oriente y azules y verdes alturas cristalinas.
Huellas antiguas de antiguas civilizaciones,
unas ya idas, otras caminando hacia su destino.

Camino por años en busca de todo adelante,
nunca llego en los caminos infinitos difusos,
el final del camino está en mi mente viajera,
que espera que en el recodo se abra la primavera,
para soñar descansado por mí largo caminar.




Una nueva primavera 

Llega una brisa fresca anunciando su paso,
se despliega una luz armoniosa y transparente,
llenan mis sentidos de energías nuevas,
como sangre fresca recorriendo mis venas,
como savia nueva subiendo a las hojas.

El sol luminoso y la brisa marina costera,
es un bálsamo que envuelve el alma,
desdoblando el ser en un etéreo fluido,
que traspasa el cuerpo y se va a las alturas,
como perfume de verdes bosques florecidos.

Cuento mis años en frescas primaveras,
es un espectáculo del despertar de los sentidos,
es una lluvia de iones negativos en mis pulmones,
que despiertan el cerebro cansado de penumbras,
y lo impulsan a vivir pleno sus energías.

Me gustan las primaveras del norte de Chile,
su aire eternamente transparente  y sutil,
sus brisas marinas de salada presencia,
su silencio embriagador de caminos largos,
su mágica consistencia envolviendo el paisaje.

Primaveras de verdes follajes como melenas,
flores de infinitos colores palpitando al sol,
trinos de aves cruzando hacia ningún lado,
como pensamiento sin destino concebido,
cae lenta, envuelve todo, fusiona los elementos.

Cada primavera que empieza a nacer del invierno,
trae envuelto un llamado de esperanza,
trae fuerzas escondidas en las esquinas del viento,
para que nutran el alma de vitales elementos,
para absorber su fuerza y nuevamente renacer.





Observatorio Paranal

Ojos de la ciencia mirando el misterio lejano,
prístino cielo cobija cúpulas de brillantes metales,
leve aire de las alturas acompaña a la fría noche,
noche siempre estrellada, de negro profundo y leve luz,
enséñame que hay más allá, en esa lejanía tan eterna.

Quiero ver el principio de las cosas, el inicio de todo,
mirar en lo profundo, pasar por miles de galaxias,
llegar a la nada aunando todos a la vez sus cristales,
para ver el pasado, mirar el origen a 14 mil millones de años,
cuando nada existía, cuando todo comenzaba a crecer.                                    

Ínfima luz que circula silenciosa por espacios diluidos,
exhausta de viajes interestelares y curvando su camino,
dame tú el saber de tu origen pegado a tu presencia,
leve huella que atraviesas todo para traer  tu mensaje,
para decirnos y contarnos tu historia infinita primaria. 

Busca mundos como el nuestro en alguna estrella,
no quiero estar tan solo en este universo tan grande,
quiero sentir una mano planetaria que se extienda hacia mí,
encuéntrala mirando en esas noches tan lúcidas de cielo y nada,
e invítala a compartir este espacio y tiempo de plasma estelar.   

Monumento al saber y las preguntas inconclusas,
ábrete cada noche y acércate a la verdad insinuada,
encuentra nuestro lugar en el cielo brillante de estrellas,
llena nuestro conocimiento aún vacío de respuestas, 
y transpórtanos en tu luz al pasado eterno universal.





Melbourne & Clark

En Antofagasta hay un muelle olvidado y café,
de hierros y rieles hundidos en la arena algosa,
grúas antiguas luchando con la herrumbre salina,
apuntando al cielo sus viejos brazos de metal y gaviotas,
nadie la mira, su vida es nada, su vejez es larga.                                              

Por el bajó Emilio Sotomayor en un verano,
un 14 de Febrero ya lejano tembló el pino oregón,
ancestrales maderas que tapizan mar y tablones,
vieron nacer chilenas las calles, el salitre y el sol,
mientras las aves quietas en el cielo lo oteaban.                                                    

Máquinas de la lejana Inglaterra yacen heridas,
por sus nuevas maderas llegaban y partían,
seres y esperanzas de buques y velas al viento,
de salitre y pasajeros por los caminos oceánicos,
por el horizonte azul plateado y estelas blancas.                                              

Que largo es el olvido, se lo comió el tiempo,
sus bases se angostaron carcomidos sus rieles,
ya no hay fuerza de sostener lo mismo de antes,
mientras sus piernas heridas de algas se diluyen,
remaches, maderas, sonidos de otros tiempos caen al mar.

Roble americano y pino oregón conversan,
monumento nacional yaces de rodillas por los años,
lejano 1872 naciste y ahora estas envejecido e inútil.
tiempo retrocede y regálame su visión vestida de gloria
para poder contemplar  su magnífica presencia.




Tren a Sao Paulo

Estación esperando eternos viajeros,
esperanzas suben interminables y extensas,
de lejanas naciones y lenguas sin tiempo,
amalgama de personas y destinos conjugadas,
se acomodan en vagones rumbo al este.

Paisaje de horas con horizonte de ciudades,
Campo Grande en la lejanía verde oceánica,
conversando en andenes de brisas buscadas,
dejando pasar el tiempo de monótona cadencia,
de juventud sentada y cruzando a sus destinos.

Rumbo a Italia, a Río de Janeiro, a los sueños,
rumbo al futuro brumoso, tejido con hilos de esperanza
cadencia del tren en larga vía cargado de anhelos
transporta a todos a su vida insinuada,
en pos de un destino apenas revelado.

Aromas de comida invaden el tren,
sabores brasileros de café y sabores mezclados,
de rica herencia ancestral de su vasto mundo,
con toques de  Europa, América  y África  cocinados,
mixtura de sabores con equilibrio de planeta.

Planicies infinitas de infinito verde avanzan,
superficies generosas de agua y de follajes,
plantaciones eternas, de largos paisajes difusos,
entran en la noche de cadencia y hierro chirriando,
para llegar traspasando los días a Sao Paulo.




Sao Paulo

Ciudad de luces, de grandes edificios ojivales,
como paisaje de gigantes extendidos,
con plazas, parques y autopistas circulares,
con personas perdidas en el urbano paisaje,
edificio ondeado por cristal y viento poemario.

Del lejano oriente una perla incrustada,
de opalescente luz transportada por las aguas,
barrio japonés, ciudad burbuja de orientales brisas,
distinta, ancestral, milenaria y bullente,
colonia conservando su vida lejana y vital.

Parques y museos de arte se cruzan,
como metrópolis de otras latitudes,
millones de personas circulan con sus sueños,
a veces se ven, otras se intuyen en la marea,
en el pulso vital, en las arterias de la ciudad.

Café, leite, coxinha, infinidad de manjares,
tradición de cocina en infinitos lugares,
calles de pletórica y bullente economía,
centro financiero del extenso y sámbico  Brasil,
Se revela de a poco ante mis ojos buscadores.

Millones se mezclan día a día en el crisol,
en sus cristales, en sus perlas, en sus calles,
en sus alturas, en sus parques, en su cemento,
en sus razas, en sus sueños, en su fútbol,
para dar forma a la extensa ciudad esmeralda.

Grandes edificio conversando con las alturas,
como dedos extendidos de muchas manos,
como árboles de la selva quieta buscando el sol,
como bosque fundamental entrelazado,
se extienden por el inmenso paisaje de verdes colinas.





Río de Janeiro

Río de Enero verde y de largas playas,
de barrios indecisos en loca geografía,
con bahías diseminadas entre el mar,
ciudad con muchas ciudades dentro,
naturaleza en sinfonía de  verde y azul.

Copacabana larga y deportiva,
gentes corriendo en la mañana al viento,
en el atlántico mar de olas persistentes,
arenas doradas y juegos en las playas,
cultivo del cuerpo como polis griegas.

Ipanema elegante y señorial,
laguna Rodrigo da Freitas quieta,
barrios de exuberante vegetación,
como calles de quieto aroma y pasar,
como tranquilidad de barrios dormidos.

Pan de azúcar y sus cables leves,
pequeñas cabinas remontando el cielo,
paisaje de brumas en la alta cumbre,
mientras navego entre el mar y los árboles,
como un ave silenciosa cruzando el paraíso.

Corcovado vertical y empinado,
como buscando el cielo de los dioses,
cansado tren remontando sus laderas,
cristo inmenso observando la ciudad,
desde su gris esfinge de geológico granito.

Mira con dos ojos la ciudad allá abajo,
uno con alegría los bellos barrios,
otro con tristeza las fabelas diseminadas,
como dolor recordatorio de la pobreza,
como un todo amalgamando la ciudad.

Las laranjeiras, barrios incesantes,
sombras extendidas en follajes de selva,
lluvias y humedad cubriéndolo todo,
Malls, paseos, Botafogo hermoso,
incesante ir y venir de vida presurosa.


Centro de Río desconocido y revelado,
señorial ciudad con su teatro de ópera,
sus museos extensos y calles señoriales
mostrando su origen de imperio europeo,
desde el lejano Pedro Segundo y Leopoldina.

Metro subterráneo cruzando cerros,
estaciones singulares de revelada belleza,
nervios ocultos bajo la piel de la ciudad,
como caminos de aguas de la selva,
como trenes que te llevan a los sueños.

Maracaná inmenso coliseo del fútbol,
pasión brasilera del  deporte mundial,
Floresta da Tijuca, selva comprimida,
conservada en el centro de la ciudad,
como cápsula del amazonas en las manos.

Sambódromo, estadio lineal del carnaval,
belleza de sueños convertidos en trajes,
en música de los tiempos primigenios,
que circula por las venas al son de los tambores,
que nos llaman desde tiempos milenarios.

Comida de variados sabores fusionados,
de Portugal, de África, de América,
dendé color de naranja perfumado,
coxinhas, guaraná, camarones infinitos,
frutas generosas del extenso Brasil.

Río, ciudad marina y terrestre de selva,
intrincada geografía explorando rincones,
belleza inmensa desplegada al sol alegre,
con sus cerros, sus brisas, su humedad,
un regalo oculto a los sentidos sorprendidos.





Tokio

Tokio, ciudad infinita de oriental presencia,
de aromas marinos y vertiginoso sueño,
de orden, trabajo y limpieza ancestral,
ciudad subterránea y bullente de energía,
ciudad que va presurosa a todos sus rincones.

Shinkansen como avión blanco terrestre,
se desliza presuroso como un sueño,
como una nave que viaja a reinos escondidos,
como inusitada luz que cruza el firmamento,
para llegar en un tiempo leve a su destino.

Jardines imperiales de extenso recorrido,
museos interiores de tranquila presencia,
lagunas con peces de colores flotando,
aroma de té verde en antigua ceremonia,
que viene desde antes a recordar su historia.

Lluvia persistente en brillosas calles,
subterráneos interminables de trenes,
que van a todas partes cargados de ilusiones,
van a ciudad eléctrica y a Ginza elegante,
van a disneylandia y a los templos sintoístas.

Budismo y sintoísmo caminan juntos,
templos diseminados de rojo y dorado,
espacios inmensos sin paredes te reciben,
guerreros furiosos cuidan sus puertas,
y el comercio bulle en sus calles interiores.

Árboles con ramas colmadas de deseos,
perdidas peticiones sobre todas las cosas,
parecen que florecen todo el año con papel,
papeles amarrados con sueños pedidos,
a los dioses sintoístas de Azakusa.

Cerezos en flor de delicada presencia rosa,
con sus diminutas pétalos aterciopelados,
florecen en las calles y parques en primavera,
y dejan caer un manto de pétalos al suelo,
como camino de paz rumbo a los anhelos.


Yokohama puerto de tranquilas aguas,
jardines cuidados y largo paseo marino,
cruzo la bahía surcando sus orientales aguas,
navegando por su historia, por su puente,
recorriendo este lejano mar azul celeste.

Ciudad de lejanos shogunes y guerreros,
samuráis y códigos flotando en la historia,
espadas filosas de armas letales y precisas,
con miles de años siguen hoy como ayer,
traspasando el tiempo los artesanos ya idos.

Torre de Tokio de portentosa estatura,
diseminando ondas eléctricas con mensajes,
roja y blanca dominando el paisaje urbano,
allá abajo se divisan minúsculas las cosas,
las personas perdidas en la inmensidad.

En la lejanía durmiendo su geología,
se encuentra el volcán Fuji dormido,
de imponente presencia azul de brumas,
con su cresta de blanca nieve brillando al sol,
mostrando su imponente presencia ancestral.


Presentamos la portada y reseña del nuevo libro de nuestra colección "Versos para la feria"




 
El presente libro antológico “Versos para la feria”, nace como proyecto pensando en  la primera versión de la Feria Internacional del  libro de Antofagasta ZICOSUR (FILZIC 2011). Allí radica la lúdica connotación de su nombre, un mercado repleto de voces, olores, formas de tentar el gusto del lector. Especias y sinestesia que bombardea al eventual destinatario con una gama de estilos diversos y ricos cada uno en su diferencia.

Por ende el valor  literario y potencial alcance de esta compilación poética, no se agota en la relación que el texto mantiene de forma pragmática con aquella instancia festiva en torno a la producción y difusión del libro dentro del Norte Grande. “Versos para la feria” es la síntesis de años de búsqueda, dedicación y amor por las letras. Tarea realizada por “El Círculo de Artes Manuel Durán Díaz”.

Corren diecinueve años desde la gestación de este grupo y muchos de los autores presentes en la edición que tienes en tus manos, llevan más de una década trabajando de forma incansable sus versos y la promoción de la cultura en su ciudad, a través de recitales, talleres y obras publicadas.

De modo que todos los miembros del colectivo, poetas que han logrado meritorios reconocimientos por su obra y que expresan su visión de mundo, ácida, irónica, social y existencial, son tributarios de un decir propio y de una forma especial de contar y cantar su ciudad, su país y también su tensión y conflicto personal como creadores en un contexto que poco reconocimiento otorga a estas instancias de exploración de la palabra.

Finalmente hay que reconocer al libro, el dar cuenta de una generación de autores del norte que busca abrirse paso y deslindarse de sus predecesores forjando caminos para re-pensar la realidad, eso hay que celebrarlo.